06 septiembre, 2008
Mi beba fija la mirada con sueño ya en la lámpara que cuelga del techo.
Allí con la vísta quietita...quietita... se va quedando tranquila
y sin movimiento.
Sus parpados como dos petalos de jazmin caen delante de sus ojos,
que grandes como dos bolas brillantes se van despidiendo del día.
Se ríe otra vez, alertandome de un posible desvelo.
Pero no, ella ríe, ríe y ríe todo el tiempo, hasta dormida,
porque es allí donde piensa en vos, en mi, y en todos
los que vienen y le sonrien.
PD) Su sonrisa empieza con una mueca de costado, despues abre la
boca grande dejando ver sus encias rosadas, moviendo la cabeza para todos lados, y dos rayitas aparecen al costado de sus ojos.
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