Ella se parece a él desde el primer momento que la ví,
en esa sala evuelta de mis nervios y tus lagrimas de alegría.
Envuelta en sábanas calientes fue como me la trajíste.
Tomandola con tal facilidad, como si hubiese sido tuya desde siempre.
Tan sana como nosotros. Tan viva como la vida,
así llego Catalina.
Y hoy duerme entre mis sueños,
y en tus brazos descansa su cabeza sin sostén propio.
Hoy hasta las doce no nos dormimos....y estamos tan felices!
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